Cuando reconocemos que los conflictos sexuales que tenemos tienen que ver con lo físico, sanar la cuestión corporal es prioridad.

La forma en que estructuramos nuestra imagen corporal está atravesada por cuestiones cognitivas, emocionales y perceptivas. La valoración que hacemos de nuestro cuerpo responde a las experiencias vividas y se ven afectadas por comentarios y/o burlas recibidas desde el propio entorno. Además, muchas veces está distorsionada por la exposición a los medios de comunicación que consolidan modelos hegemónicos de belleza y en el caso del porno, sugieren cuerpos de tamaños y formas particularmente exorbitantes. A la hora del encuentro con otrx, las percepciones negativas pueden manifestarse cuando:

-   La persona no se siente cómoda con la luz prendida

-   No quiere desvestirse o ser acariciada en algunas partes de su cuerpo

-   Si se ve en un reflejo interrumpe la situación

-   Evita las relaciones y los encuentros

-   Rechaza a su pareja porque no cree que pueda ser deseada

La salida se encuentra al enfocarse en las sensaciones, en lugar de los pensamientos intrusivos, porque cuando ellos operan, inhiben la respuesta sexual, la persona no siente placer y no consigue sumar experiencias positivas transformadoras. Cuando los conflictos que se encuentran en la sexualidad están arraigados en problemas con el esquema corporal es importante sanarlos, antes de abordar la cuestión sexológica propiamente dicha.

Hacé una lista de las cosas que sentís que te impiden disfrutar de tu sexualidad 👇